También llamados Costos de Operación, se trata del conjunto de los gastos que son necesarios para producir un servicio o un bien. El costo de producción, por lo tanto, está formado por todas las inversiones que una empresa debe realizar para seguir en funcionamiento y producir aquello que comercializa.

Por ejemplo, una empresa registra ganancias cuando los ingresos que obtiene son mayores que su costo de producción. Si un fabricante de calzado tiene un costo de producción mensual de 200.000 € y logra ingresos de 500.000 € en el mismo periodo, habrá conseguido un beneficio bruto de 300.000 €.

En cambio, si los ingresos son inferiores al costo de producción, la empresa registrará pérdidas. Retomando el ejemplo anterior, si el fabricante mantiene el mismo costo de producción (200.000 euros) pero consigue ingresos de apenas 150.000 €, no habrá obtenido ganancias: por el contrario, tiene pérdidas de 50.000 €

Los costos de producción pueden ser de diferentes tipos:

• Costos Fijos:  se mantienen estables ante los cambios en el nivel productivo, son aquellos que hay que pagar siempre en un periodo de tiempo determinado o planificado, no importa si la producción suba o baje. Por ejemplo, el alquiler del local, el sueldo de personal, pago de servicios como la luz, etc.
• Costos Variables: cambian a medida que se altera el volumen de producción, son aquellos que varían al incrementar la producción o disminuirla, como el valor de la materia prima, el pago de la mano de obra directa, el mantenimiento de los equipos, los servicios consumidos, los suministros requeridos y las empacadoras o envases, en el caso de que hubiese.

Además de todo lo indicado, tenemos que establecer que dentro de los costos de producción hay otros dos tipos claramente diferenciados. Nos estamos refiriendo a los siguientes:

• Costos directos: son los que se encuentran vinculados y relacionados con cada artículo que se produce. Ejemplo de estos sería el dinero que cuesta comprar la materia prima con la que se crea.
• Costos indirectos: son los que no repercuten de forma directa sobre ese artículo. Ejemplos de este tipo de costos de producción son tanto los sueldos de los trabajadores del área administrativa de la empresa hasta el coste del alquiler del local donde se sitúa esa.

Para poder llevar a cabo el mejor control y gestión de los citados costos de producción hay que tener no solo una adecuada planificación de los mismos sino también disponer de herramientas informáticas, programas, para poder tener el mejor seguimiento de los mismos.