Hoy en día el OEE es una herramienta fundamental en la aplicación de la mejora continua. Sus siglas vienen del inglés: "Overall Equipment Effectiveness", y significa Eficacia global de los equipos productivos.
Podemos decir que el OEE en un indicador global. Este indicador agrega o recoge información de otros ratios como son la disponibilidad de los equipos, la calidad del producto y el rendimiento o eficiencia de las instalaciones.
- Disponibilidad: mide los tiempos, relacionando el tiempo total que hubo disponible con el que realmente se estuvo produciendo. Aquí aparecen dos tipos de tiempos improductivos: los programados (por mantenimiento, por ejemplo) y los no programados (por cuellos de botella en otra parte del sistema o por averías, por citar algunos casos).
- Rendimiento: que hace referencia al correcto aprovechamiento de la capacidad de la máquina en el tiempo que estuvo operativa. Las disminuciones del rendimiento son provocadas generalmente por pequeñas paradas o por variaciones de la velocidad, a valores menores que la nominal de la máquina.
- Calidad: que contempla el porcentaje de productos defectuosos sobre el total de productos fabricados.
Este indicador lo podremos aplicar de forma particular a un equipo o a una línea de producción. De la misma manera, podremos hacerlo extensivo a un departamento, un área productiva o incluso, a toda una planta industrial.
En resumen, nos muestra la razón que existe entre lo que producimos realmente y lo que podríamos haber producido de no existir paros innecesarios, cuellos de botella ni productos defectuosos.
Para qué sirve el OEE?
Cuando empezamos a trabajar sobre la mejora continua se hace necesario poder medir y cuantificar los procesos. Por ello convertirlos en un número es la mejor opción, en un estándar internacional, a este número lo llamamos OEE. Así, siempre seremos capaces de conocer el estado de nuestros procesos, podremos marcarnos objetivos y que los resultados de nuestras mejoras sean también medibles. Sin esto, los resultados obtenidos no serían cuantificables.
Sólo aquello que podemos medir, será susceptible de ser tratado y mejorado.